18

Sep

2023

Artículo de opinión

Los distintos caminos del envejecimiento

Queda claro que, las más de mil millones de personas que tienen 60 años o más en el mundo, esperan de nosotros una respuesta real a sus necesidades, desde el lugar en el que nos encontremos.

Por robertocarbajalwalker. 18 septiembre, 2023. Publicado en El Peruano, el 16 de setiembre de 2023.

Desde hace algunas décadas, transitar por el camino del envejecimiento o, para ser más exacto, por la etapa de adulto mayor, se ha vuelto un afortunado regalo para la mayoría de las personas. Esta realidad, asociada al incremento de la esperanza de vida, ha sido posible gracias al avance de las ciencias de la salud y de la biotecnología; sin embargo, el tiempo nos ha hecho entender que estas nuevas posibilidades no son solo un regalo, sino que, se han convertido en una gran responsabilidad para las familias, las sociedades y los países. Y, es que, el envejecimiento viene acompañado, en algunos casos, de un incremento de las necesidades sociales y de salud, que obligan a romper los paradigmas que han regido nuestra vida familiar, nuestros sistemas salud y nuestras políticas gubernamentales.

El envejecimiento, per se, no es un único camino. Las diferentes organizaciones de salud del mundo nos han mostrado otros caminos, el del “envejecimiento saludable” y el del “envejecimiento exitoso”, según sea la corriente europea o estadounidense, respectivamente, en un intento de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y disminuir el impacto sociosanitario del envejecimiento.

El envejecimiento saludable es, finalmente, la bandera que ha enarbolado la Organización Mundial de la Salud (OMS), al nombrar al actual decenio como la “Década del Envejecimiento Saludable”. Este camino nos lleva a optimizar las oportunidades que permitan alcanzar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida, en un intento de frenar las enfermedades y promover el bienestar del adulto mayor.

Desde nuestra experiencia, es claro que el envejecimiento saludable es posible, porque el envejecer no tiene por qué ser una etapa sombría, muy por el contrario, para la mayoría de nuestros pacientes, la adecuada salud física y mental permite que esta etapa se convierta en un nuevo renacer, en la ocasión para iniciar nuevos proyectos, una época de nuevas amistades, la oportunidad de encender la llama de viejos y nuevos amores; pero, en especial, es el momento de cumplir viejos sueños.

Lo anterior no son solo palabras frías en un texto, sino que constituyen una realidad. Si queremos prueba de ello, solo tenemos que revisar las notas de prensa del último mundial máster de natación, realizado este año en Kyushu – Japón, donde nuestra compatriota Ana María Canaval (categoría de 70 a 74 años) y José Peñaloza (categoría de 90 a 94 años) se alzaron con la medalla de plata en 3 km en aguas abiertas y 800 metros libres, respectivamente, convirtiéndose en claro ejemplo de que el envejecimiento saludable es posible en un país emergente como el nuestro.

Finalmente, debemos referirnos a un tercer camino, el del “envejecimiento activo”, concepto mucho más profundo que el de envejecimiento saludable, pues no sólo promueve oportunidades para mejorar la salud física y mental en pro de una mejor calidad de vida, si no que entiende que intervenciones sobre este importante pilar no son suficientes y promueve la mejora de oportunidades en participación y seguridad. Según el concepto de envejecimiento activo se entiende que un adulto mayor saludable sin oportunidades de participación en la vida familiar, vecinal y política del país no podrá alcanzar el verdadero bienestar; y, que un adulto mayor que camina inseguro por ciudades poco amigables, con poca iluminación, sin rampas, sin transporte publico adaptado, entre otras dificultades, sentirá lejano ese soñado bienestar.

Queda claro que, las más de mil millones de personas que tienen 60 años o más en el mundo, esperan de nosotros una respuesta real a sus necesidades, desde el lugar en el que nos encontremos, desde la familia, desde el ambiente vecinal, desde la universidad o desde el puesto político más alto. No importa si el término correcto es saludable, exitoso o activo, los cuales, –finalmente- parecen ser senderos de un mismo camino, lo importante es entender que para garantizar la calidad de vida de los adultos mayores debemos regalarles, y por qué no, regalarnos en algunos años, un mundo con más oportunidades de salud, participación y seguridad para quienes hoy disfrutan de esta maravillosa etapa de vida, para que encuentren por sí mismos, nuevas formas de actuar y adaptarse a una sociedad que no siempre los visibiliza.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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